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One Night in Miami

  • Foto del escritor: Interlatencias
    Interlatencias
  • 4 feb 2021
  • 3 Min. de lectura


“And how many years can some people exist

before they're allowed to be free?”

-Bob Dylan



La carrera de Regina King como directora empieza de manera magistral. Lo mismo ocurre con One Night in Miami, pues a manera de introducción, la película comienza mostrando cómo a pesar de que los cuatro protagonistas son muy exitosos en sus respectivos ámbitos, siguen sufriendo discriminación por ser hombres de raza negra. Vemos al boxeador Cassius Clay (posteriormente conocido como Muhammad Ali) en el ring recibiendo presión por parte del público. Observamos al músico Sam Cooke en una cena para gente blanca que abandona el recinto cuando este comienza a cantar. Posteriormente se muestra cómo Jim Brown, considerado uno de los mejores jugadores de fútbol americano de su época, es discriminado sólo por el color de su piel. Y, finalmente, es introducido el personaje que parece tener más protagonismo en esta película: Malcolm X, en los tiempos en los que estaba por abandonar la organización religiosa con la que comenzó, la Nación del Islam. La primera vez que vemos a este personaje es a través de un discurso suyo en la televisión, en los tiempos en los que él realizaba fuertes declaraciones en contra de la gente blanca. Este discurso está siendo visto por su esposa, posteriormente, Malcolm llega a casa y es retratado como un padre de familia amoroso y dulce con su familia. Un gran contraste.





La película está basada en una obra de teatro escrita por Kemp Powers, quien también realizó la adaptación de guión (y que co-dirigió y escribió la aclamada película de Pixar, Soul). La transición de teatro a cine se logra de manera magnífica y esta procedencia teatral es algo que la película no trata de esconder, ya que ocurre principalmente en una locación: un cuarto de hotel en Miami en el que los cuatro protagonistas se reúnen para celebrar que Cassius Clay consiguió el campeonato mundial de boxeo. La magia de esta película radica en las interacciones de estos cuatro personajes, los diálogos son lo que tiene mayor peso en la película y requieren mucha atención del espectador. Con una dinámica de amistad, porque a fin de cuentas es eso, cuatro amigos que se reúnen para celebrar un logro, se discuten diversos temas muy importantes. A partir de estas discusiones se logra un ambiente de tensión, ya que el guión se encarga de mostrar claramente los diferentes puntos de vista de los personajes y es difícil para la audiencia tomar partido por uno o por otro, ya que podemos conocer las diversas motivaciones que tiene cada uno de ellos, lo cual es un punto muy fuerte en la película que nos muestra a personajes bien construidos y definidos con los cuales, como espectador, puedes, o no, empatizar. Por ejemplo, en una de las escenas más tensas de la película vemos a Malcolm X empecinado en que sus amigos deberían de ser tan activistas como él, pero es Sam Cooke quien prefiere utilizar el sistema de negocios que diseñó la gente blanca ahora para favorecer a los negros.




El filme ocurre en un momento difícil para los cuatro personajes, especialmente para Malcolm X, sobre quien durante toda la película se cierne la sombra de la Nación del Islam, pues él está a punto de dejar dicha organización. Ambientada en 1964 se muestra cómo no es solamente para los protagonistas un momento de crisis, lo es también para toda la comunidad afroamericana. Lo podemos observar con las conversaciones entre estos amigos y, sesenta años después, la conversación sobre la discriminación y el racismo sigue muy latente.


Es cierto que la película carece de acción desbordante y esto puede representar un problema para algunas personas, ya que seguir los intensos diálogos durante las casi dos horas que dura la película podría llegar a ser aburrido. Y si bien, los diálogos son el punto fuerte de esta obra, algunas ocasiones resultan bastante histriónicos y no como la plática de una noche entre amigos, que es lo que la película propone. Aún así es un punto que se entiende, ya que se trata de la adaptación de una obra de teatro y tanto la dirección como la actuación están magníficamente ejecutadas.




La película se estrenó el 7 de septiembre de 2020 en el Festival de Cine de Venecia y ha conseguido numerosos premios y nominaciones en diferentes festivales. Considero que es una película que puede competir en los Premios Óscar 2021, en los apartados de mejor guión adaptado, mejor dirección con Regina King y mejor actor principal con Kingsley Ben-Adir como Malcolm X. Se encuentra disponible en streaming a través de la plataforma Amazon Prime Video en donde tuvo su estreno al público el día 15 de enero de 2021.




 

Interlatencias Revista

febrero 2021



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